Trump revive la “Guerra de las Galaxias” con su Cúpula Dorada

Donald Trump impulsa un ambicioso plan de defensa espacial con sensores y satélites capaces de detectar y derribar misiles en minutos.

En su nueva cruzada por reforzar la seguridad de Estados Unidos, el expresidente Donald Trump ha anunciado un plan de defensa que revive el espíritu de la “Guerra de las Galaxias” de la era Reagan: la construcción de una “Cúpula Dorada”, un escudo espacial contra amenazas balísticas. Este sistema se basará en satélites de corto alcance y sofisticados sistemas de análisis de datos.

Satélites de Musk y datos de Palantir

Según explicaron los analistas Nuño Domínguez y Jaime García Cantero en la Cadena SER, el proyecto contempla dos componentes clave: satélites de detección desarrollados por Starlink (propiedad de Elon Musk) y sistemas de análisis de datos provistos por Palantir, la empresa tecnológica de Peter Thiel, asesor cercano del vicepresidente JD Vance.

Aunque aún no se han confirmado los responsables oficiales del desarrollo, las piezas encajan. Musk y Thiel han sido aliados estratégicos de Trump en el pasado, y sus tecnologías coinciden con los requerimientos del programa.

Un proyecto de cifras astronómicas

El plan, considerado el más ambicioso en materia de defensa en décadas, arrancará con una inversión inicial de 25,000 millones de dólares, pero se estima que su costo total podría superar los 175,000 millones. La Cúpula Dorada incluirá una red de satélites que monitorean en tiempo real posibles amenazas y otros capaces de neutralizarlas antes de que impacten.

“Estamos hablando de militarizar el espacio de manera definitiva”, advirtieron los analistas, comparándolo con la Iniciativa de Defensa Estratégica lanzada por Ronald Reagan en los años 80.

Tensión geopolítica y advertencia de China

El anuncio ya ha encendido las alarmas en el ámbito internacional. China ha denunciado que este sistema “socava el equilibrio estratégico global” y Rusia aún no ha emitido una respuesta oficial, pero se espera una reacción firme ante lo que muchos consideran un paso hacia una nueva carrera armamentista espacial.

La creciente actividad espacial de grandes potencias en los últimos años, señalan los expertos, puede explicarse precisamente por el preámbulo de iniciativas como esta.

¿Un negocio disfrazado de seguridad?

Más allá del debate militar, el plan abre la puerta a una nueva industria multimillonaria. “Hay muchas empresas que ya se están preparando para lucrarse con esta nueva guerra espacial”, advierten. Desde desarrolladores de tecnología hasta contratistas de defensa, los beneficios económicos podrían ser colosales.

¿Estamos a las puertas de una nueva era de confrontación en el espacio? ¿Debería preocuparnos esta militarización del cielo o es una evolución inevitable? Comparte tu opinión.

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