San Juan, Puerto Rico.– Cinco aviones de combate F-35 de Estados Unidos aterrizaron este sábado en la antigua base naval de Roosevelt Roads, en Ceiba, como parte del refuerzo militar ordenado en la región caribeña para operaciones contra el narcotráfico.

El despliegue militar
La llegada de las aeronaves ocurre tras la decisión del presidente Donald Trump de enviar 10 cazas furtivos F-35 al Caribe, con el objetivo de intensificar la lucha contra los cárteles de la droga. En los últimos días, también se han avistado en la base helicópteros, aviones Osprey y otras aeronaves de transporte con personal militar estadounidense.

El secretario de Guerra, Pete Hegseth, visitó recientemente Puerto Rico y aseguró que la movilización “no es un entrenamiento, sino una misión en defensa de los intereses nacionales para acabar con el narcotráfico”.

Postura de Venezuela
El arribo de los cazas coincide con una denuncia de Caracas sobre el supuesto asalto “ilegal y hostil” de un buque militar estadounidense contra un barco de pesca venezolano.

En reacción, el presidente Nicolás Maduro calificó las acusaciones de narcotráfico contra Venezuela como una mentira “tan burda y falaz como las armas de destrucción masiva en Irak”. Según el mandatario, su país no es un actor relevante en la producción de drogas, señalando que, de acuerdo con cifras de la ONU, toda la cocaína proviene de Colombia, que cuenta con más de 400.000 hectáreas de cultivo de hoja de coca.

Contexto regional
Este despliegue militar estadounidense refuerza la presencia en el Caribe en un momento de alta tensión política y geopolítica. Washington ha insistido en que el envío de aeronaves y tropas no busca un cambio de gobierno en Venezuela, sino combatir las redes de narcotráfico que operan en la región.