Santo Domingo.– República Dominicana enfrenta un desafío creciente con los fraudes electrónicos, que no solo afectan a las víctimas directas, sino que también socavan la confianza en el comercio digital y ponen en riesgo el desarrollo económico.

Resultados de la encuesta de TransUnion
Un levantamiento realizado por TransUnion reveló que el 12 % de los dominicanos encuestados afirmó haber sido víctima de estafa entre agosto y diciembre de 2024, mientras que un 24 % reconoció haber sido blanco de intentos de fraude a través de correos electrónicos, llamadas telefónicas o mensajes de texto.

La investigación, realizada a 500 consultados, también señala que casi un 30 % de los intentos de estafa se produjeron mediante la modalidad de vishing, técnica en la que delincuentes telefónicos buscan engañar a las personas para que revelen información personal sensible.

Casos emblemáticos en el país
Uno de los esquemas fraudulentos más notorios en los últimos años fue el liderado por Jairo Joel González Durán y sus socios, quienes habrían defraudado a más de 400 personas con montos superiores a US$15 millones, RD$34 millones y US$3 millones en criptomonedas.

Según el Ministerio Público, los acusados simularon operaciones financieras legales mediante una empresa fachada, ofreciendo inversiones en criptomonedas y mercado de valores sin autorización regulatoria. El grupo utilizó estrategias de mercadeo digital y redes sociales para captar víctimas con promesas de ganancias rápidas y seguras, incurriendo además en maniobras propias del lavado de activos.

Impacto en la economía y el comercio electrónico
La encuesta advierte que la falta de confianza derivada de estos fraudes limita el crecimiento del comercio electrónico en el país, afectando tanto a consumidores como a empresas que operan legalmente. Este escenario representa un reto para la expansión de los negocios digitales y para la consolidación de la transformación tecnológica en República Dominicana.