Santo Domingo. – En medio de una jornada cargada de tensión y expectativa, Antonio y Maribel Espaillat fueron conducidos este martes al Palacio de Justicia del Distrito Nacional, donde la Oficina de Atención Permanente conocerá la solicitud de medidas de coerción en su contra, por su presunta implicación en la tragedia vinculada al caso Jet Set, que dejó un saldo devastador de 236 fallecidos y más de 180 heridos.
El ingreso de los hermanos al tribunal no pasó desapercibido. Mientras recorrían los pasillos hacia la sala de audiencias, un grupo de ciudadanos se apostó en las escaleras del edificio judicial para expresarles muestras de solidaridad y afecto, mediante abrazos simbólicos y gestos de apoyo. La escena reflejó la dualidad emocional que rodea este proceso: por un lado, el clamor de justicia por parte de las víctimas y, por otro, el respaldo de quienes ven en los acusados una trayectoria empresarial que ahora enfrenta su momento más crítico.
El caso que sacudió al país
El expediente, presentado por el Ministerio Público, califica a los imputados como responsables de homicidio masivo involuntario, argumentando una cadena de negligencias estructurales y administrativas que habrían derivado en una de las tragedias más dolorosas del país en tiempos recientes.
La Fiscalía ha solicitado 18 meses de prisión preventiva en contra de Antonio Espaillat y arresto domiciliario con vigilancia electrónica para Maribel Espaillat, alegando riesgo de fuga, posible obstrucción del proceso judicial y la gravedad de las consecuencias humanas derivadas del hecho.
La audiencia clave
La jueza apoderada del conocimiento de la medida deberá ponderar no sólo la magnitud del caso, sino también los elementos de prueba que vinculan a los imputados con la tragedia, así como los alegatos de sus abogados, quienes han adelantado que solicitarán medidas menos gravosas y aseguran que sus representados “no tienen intención de evadir la justicia”.
Se espera que la audiencia, programada para este martes en horas de la tarde, se extienda por varias horas debido a la complejidad del caso y al volumen de información aportado por ambas partes.
Expectativa social y seguimiento mediático
La magnitud de la tragedia y la figura pública de los hermanos Espaillat han convertido esta audiencia en un acontecimiento de alto perfil. Diversos medios nacionales e internacionales han dado seguimiento al proceso, mientras familiares de las víctimas y sectores de la sociedad civil exigen sanciones proporcionales a la dimensión del daño ocasionado.
De momento, el país permanece a la espera de la decisión judicial que marcará el rumbo inmediato del caso. Lo que está claro es que este proceso se ha convertido en un símbolo de los desafíos institucionales frente a la responsabilidad penal en casos de alto impacto colectivo.
Galería de fotos
