La temporada ciclónica 2025 ha encendido las alarmas de meteorólogos y autoridades, tras nuevas proyecciones que indican un incremento en la cantidad e intensidad de los fenómenos atmosféricos que podrían impactar el Atlántico y el Caribe en los próximos meses.

De acuerdo con el pronóstico actualizado de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), este año podría registrar al menos 19 tormentas con nombre, superando las estimaciones iniciales de 17. De esas, cinco podrían alcanzar categoría 3 o superior, lo que las clasifica como huracanes mayores.

“Hay un 60% de probabilidad de que esta temporada se sitúe por encima del promedio, con condiciones propicias para ciclones más potentes y frecuentes”, señaló el informe oficial de la NOAA.

La combinación de temperaturas oceánicas elevadas y patrones atmosféricos favorecedores serían factores clave para esta tendencia. El calentamiento de las aguas del Atlántico tropical, especialmente en el Caribe y el Golfo de México, proporciona el combustible necesario para que las tormentas se fortalezcan con rapidez.

Auge de actividad y mayor vulnerabilidad
Aunque la temporada ciclónica en la cuenca atlántica va del 1 de junio al 30 de noviembre, los meses de agosto y septiembre suelen ser los más críticos. En este periodo, las probabilidades de formación de huracanes aumentan exponencialmente, y las zonas de mayor vulnerabilidad incluyen:

-El Caribe insular y continental
-La costa este de Estados Unidos
-El Golfo de México

Expertos advierten que los huracanes de categoría 3 o superior, conocidos por sus vientos superiores a los 178 km/h, podrían dejar impactos severos si tocan tierra. Las inundaciones, deslizamientos de tierra y daños estructurales están entre los principales riesgos asociados.

Preparación, clave frente a la amenaza
Ante este panorama, los organismos de protección civil de la región han comenzado a reforzar sus planes de contingencia, llamando a la ciudadanía a prepararse con antelación, revisar sus rutas de evacuación y mantenerse informada a través de canales oficiales.

“Esta temporada podría ser más activa de lo habitual, por eso es esencial que cada hogar revise su plan de emergencia y actúe con previsión”, subrayaron desde el Centro Nacional de Huracanes.

La comunidad científica continúa monitoreando en tiempo real la evolución de las condiciones climáticas, mientras los países de la región se enfrentan a una temporada que promete ser desafiante y que pone a prueba tanto su resiliencia como su capacidad de respuesta.