Washington, D.C.
El empresario Elon Musk rompió el silencio este domingo tras su salida del controvertido Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), al afirmar que la oficina —creada para reducir el gasto público bajo la Administración Trump— terminó siendo el blanco de críticas y malentendidos, convirtiéndose en un "chivo expiatorio" de los recortes federales.

En entrevista con la cadena CBS, el fundador de Tesla y SpaceX explicó que durante su gestión de 130 días al frente del DOGE, la percepción pública comenzó a distorsionarse, atribuyéndole a la oficina responsabilidad directa sobre cualquier recorte, real o imaginario, en programas sociales o cheques gubernamentales.

“Lo que empezaba a pasar era un poco injusto. Si había algún recorte, todos culpaban a DOGE”, sostuvo Musk.
“Había gente que realmente pensaba que íbamos a impedirles recibir su cheque del Gobierno, lo cual es completamente falso”.

Desmantelamiento y consecuencias
Durante los primeros meses de 2025, el DOGE impulsó una reorganización agresiva de agencias federales, lo que resultó en pérdidas significativas de empleos públicos, eliminación de programas sociales y múltiples demandas contra la Administración. Aunque el presidente Donald Trump elogió públicamente a Musk por su “liderazgo audaz”, el empresario dejó en claro que no desea cargar con toda la responsabilidad de las decisiones tomadas.

“Estoy en un aprieto. No quiero hablar en contra de la Administración, pero tampoco puedo asumir la culpa de todo lo que hace”, dijo Musk.

Salida del cargo y cercanía con Trump
El pasado viernes, Musk se despidió oficialmente del DOGE durante un acto en la Casa Blanca, en el que fue aplaudido por el mandatario. Vestido con una gorra que cubría un moretón visible en su ojo derecho, el magnate aseguró que su relación con Trump continuará en calidad de “amigo y asesor”.

“Espero con ansias volver a estar en esta increíble sala”, declaró desde el Despacho Oval.

Diferencias y afinidades
Aunque Musk ha sido un aliado visible de la Administración Trump, reconoció que mantiene ciertas “diferencias de opinión” con el presidente en temas clave, sin ofrecer detalles. Su paso por el DOGE, aunque breve, deja una marca profunda en el debate sobre el tamaño y el alcance del Gobierno federal en Estados Unidos.

Con su salida, se abre una interrogante sobre el futuro del DOGE y su impacto en un año preelectoral donde el gasto público y los recortes serán puntos neurálgicos del debate nacional.