El Salvador plantea repatriar a 252 venezolanos detenidos por vínculos con el Tren de Aragua a cambio de igual número de prisioneros políticos

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, sorprendió este domingo con una propuesta directa al mandatario venezolano Nicolás Maduro: un intercambio humanitario que implica repatriar a 252 migrantes venezolanos detenidos en su país a cambio de la liberación de 252 presos políticos del régimen bolivariano.

“Quiero proponerle un acuerdo humanitario que contemple la repatriación del 100% de los 252 venezolanos que fueron deportados, a cambio de la liberación y entrega de un número idéntico de los miles de presos políticos que usted mantiene”, escribió Bukele en su cuenta oficial de X (antes Twitter).

Detenidos por vínculos con el Tren de Aragua
Los migrantes en cuestión fueron deportados desde Estados Unidos y trasladados a El Salvador, donde permanecen detenidos en una cárcel de máxima seguridad, bajo sospecha de integrar o colaborar con el Tren de Aragua, una de las organizaciones criminales más peligrosas y con presencia internacional. Las autoridades salvadoreñas han intensificado su política de mano dura contra el crimen organizado, y Bukele ha convertido esta lucha en uno de los pilares de su administración.

Aunque no se han dado detalles sobre la aceptación o rechazo de la propuesta por parte del gobierno venezolano, el mensaje ha generado diversas reacciones internacionales, tanto de sectores diplomáticos como de organizaciones de derechos humanos, que ven con interés la posibilidad de que un número importante de presos políticos sea liberado.

Una jugada política con doble filo
La iniciativa de Bukele no solo se enmarca en una lógica humanitaria, sino también política. Con esta propuesta, el mandatario salvadoreño busca posicionarse como actor clave en temas regionales de seguridad y derechos humanos, consolidando su perfil como un líder fuerte que no duda en confrontar regímenes autoritarios.

Por su parte, el gobierno de Maduro enfrenta presión constante de organismos internacionales y gobiernos extranjeros por el elevado número de presos de conciencia, muchos de ellos detenidos sin juicio previo, bajo cargos de conspiración o desestabilización.

Reacciones y próximos pasos
Hasta el momento, Caracas no ha emitido una respuesta oficial. La propuesta ocurre en un contexto sensible, con elecciones presidenciales venezolanas pautadas para este año y una creciente presión internacional por garantizar condiciones democráticas mínimas.

Mientras tanto, organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han pedido transparencia en cualquier negociación que involucre derechos fundamentales, y han recordado que la vida y libertad de personas no deben ser moneda de cambio, aunque saludan cualquier acción que resulte en la liberación de víctimas de detenciones arbitrarias.

¿Crees que este tipo de acuerdos puede abrir puertas para resolver otras crisis regionales? ¿O representa un precedente problemático en las relaciones diplomáticas? Comparte tu opinión.