Las autoridades locales de Ouanaminthe, en el nordeste de Haití, están intensificando la presión para mantener el cierre fronterizo con la República Dominicana después de un incidente reciente con comerciantes que forzaron la entrada del límite territorial.

La alcaldesa de la localidad, Joselite Mondestin, ha reiterado la necesidad de establecer nuevas bases para el comercio binacional en la región. Este llamado surge después de que Santo Domingo decidiera cerrar unilateralmente la frontera a mediados de septiembre en represalia por la construcción de un canal de irrigación en el río Masacre, compartido por ambas naciones, en el lado haitiano.

Con determinación, Mondestin declaró: «Para reabrir la frontera, tendrán que cruzar mi cadáver», y denunció amenazas de muerte, según informó Prensa Latina.

El subdelegado de Ouanaminthe, Harold Joseph, criticó la acción de comerciantes que derribaron la valla fronteriza en complicidad con empresarios dominicanos que presionan por la reanudación de las importaciones sin cumplir con los reclamos.

Ouanaminthe sirve como acceso al mayor mercado binacional entre ambos países, ubicado en suelo dominicano.

A mediados de noviembre, las autoridades locales emitieron estrictas advertencias sobre el acceso al puente y la franja fronteriza, prohibiendo cruzar el límite y regresar con mercancías. Personas y conductores sorprendidos en actos de contrabando enfrentarán detención y castigo según las leyes haitianas. Además, los productos incautados serán destruidos, distribuidos o vendidos en subasta pública.

A pesar de estas medidas, el martes pasado, individuos armados forzaron la verja fronteriza de Haití para dar libre acceso, generando tensión en la zona. No obstante, las autoridades retomaron el control para resolver la situación.

Las autoridades de Ouanaminthe instan a la colaboración y respeto de ambas naciones para buscar soluciones pacíficas y duraderas que beneficien a la región en su conjunto.