Los residentes enumeran las graves carencias en educación y empleo. Esta es la voz de los líderes comunitarios relatando la situación de su sector.
María Auxiliadora, el populoso sector de la circunscripción número tres del Distrito Nacional que alguna vez se concibió como una exclusiva zona de la periferia en la era del dictador Rafael Leónidas Trujillo, hoy enfrenta una dura realidad que contrasta con la aspiración que produjo su creación.
Su centro, entre las avenidas Padre Castellanos, la 27 de Febrero, la Francisco del Rosario Sánchez y la Yolanda Guzmán dio la bienvenida el domingo temprano, con sus calles llenas de vida y sus comunitarios llenos de esperanza, revelando cómo a la sombra de sus casitas coloridas, sus más 100,000 habitantes, según Censo Nacional de Población y Vivienda de 2010, luchan día a día contra las dificultades que parecen multiplicarse.
Los problemas son tan profundos como diversos. Son la consecuencia de promesas rotas. Estos siguen persistiendo a lo largo del tiempo por la desatención de las instituciones llamadas a mantener su desarrollo y progreso.
De esta manera fue como lo describieron los dirigentes de la Coordinadora de Organizaciones Barriales Don Bosco (Codonbosco), Juntas de Vecinos, Organizaciones Sociales y residentes de María Auxiliadora, en el encuentro “Listín en el Barrio”, encabezado por el director del periódico Miguel Franjul, el subdirector Fabio Cabral y Juan E. Thomas, editor en jefe, que tiene la intención de escuchar a los ciudadanos en su hábitat cotidiano.
Intranquilidad por ruidos
La contaminación sónica es una preocupación para los moradores. “Hasta las guagüitas anunciadoras que se echan el día y la noche (hasta las 9:00 de la noche) pregonando víveres, tienen un ruido excesivo que se escucha de una calle a otra, que altera la paz”, indicó Santiago Martínez, catedrático y residente del sector.
Narró que el ruido se produce a cualquier hora del día y es protagonizado por negocios como colmadones, que tienen máquinas tragamonedas y en las calles por vehículos que parecen discotecas rodantes y transitan “con música perversa”, que incita al consumo de sustancias narcóticas, alcohol y sexo. “Tienen instalados equipos que no son para escuchar la música para ellos, sino para que la gente los escuche”, señaló Rodríguez.
En el desarrollo de la plática de los líderes de la comunidad con este diario, hubo varios momentos en los que tuvo que ser paralizada la conversación y la grabación de audio y video, a causa del estruendo de varios de los famosos “kitipó” que pasaron cerca de las instalaciones del club y el tránsito de motores a alta velocidad con “mofle” bulloso.
Denunciaron que el Departamento Anti-Ruidos de la Policía Nacional no persigue la problemática. “Esa unidad no participa en el perseguimiento a la situación y cuando se llama por una situación de escándalo hay que llamar por el Sistema 911, que lo reporta, pero difícilmente van a donde se les invita que pasen a ver el ruido molestoso”, aseguró el exdirector de la Escuela de Honduras.
Inseguridad
“Al coronel de la zona se le reporta con videos la evidencia de los robos y atracos, le pasamos la información y no tenemos respuesta”, deploró José Mieses, secretario de Codonbosco, sobre la creciente inseguridad que permea al sector, indicando que los delincuentes se llevan últimamente hasta los tanques de la basura.
Las actividades delictivas son, en parte, por las pandillas que han surgido. Mencionó que los llamados “Morenitos” y también “Los collares” están haciendo estragos y mostró los grafitis pintados en las paredes del club.
“Hemos pintado (el club) porque ya daba vergüenza. Está la problemática de que constantemente los directivos tenemos que estar aquí presentes a la hora de que se estén dando prácticas porque esas pandillas vienen, supuestamente, a ver los juegos y lo que vienen es a delinquir robando celulares y gorras”, puntualizó Mieses.
Pero, además, las chatarras que tienen años estacionadas en las aceras del sector, que los malhechores utilizan como escondite para ejecutar sus atracos y robos. “Voy caminado por la acera y me salen detrás de un carro que está abandonado”, explicó.
Salud
Jovanny Feliz, coordinador del Conjunto de Comunitarios en Defensa de la Salud Pública, dijo que otra de las preocupaciones de los moradores es el nombramiento por decreto oficial del titular de la Ciudad Sanitaria Luis E. Aybar.
Pidió al Ejecutivo que designe al doctor José Joaquín Puello de manera oficial, debido a que está en “la informalidad”.
Además, la participación de las organizaciones comunitarias en los órganos de dirección, administración de ese complejo hospitalario, determinado mediante el decreto número 110-2001, que crea la Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar.
“No existe en el pensamiento del Estado la participación de las organizaciones comunitarias y mucho menos de acá, de María Auxiliadora, que por decreto anterior antes de la demolición del hospital participaban las organizaciones, una persona representando a las comunidades. Queremos retomar eso y que se le dé cumplimiento a lo que ese decreto, salvo que el Poder Ejecutivo lo derogue, porque mientras no lo derogue, está vigente”.
El decreto establece en su artículo tercero “un representante y un suplente de la comunidad organizada en el área donde está enclavada la Ciudad Sanitaria, seleccionado, por la Junta de Vecinos del sector María Auxiliadora, con voz pero sin voto”.
Educación colapsa y en picada
Jaison Benítez, presidente de la Fundación Comunitaria Mi Refugio, expresó que a los pobladores les preocupa la deserción escolar, motivada por múltiples razones, entre estas, “los ataques represivos de muchos directores en las escuelas”, que exigen el pago mensual de una cuota que ronda los RD$300 y RD$500.
“Hay padres tan pobres que no disponen de los recursos propios para poder sustentar el pan de la enseñanza y a muchos de sus hijos los han expulsado de los centros educativos que lo están haciendo, porque no aportan una cuota que se han inventado los directores de 300 y 500 pesos dominicanos, supuestamente, para pagar a profesores y personal que el sistema educativo no ha nombrado”, a lo que agregó que “desconoce las razones” y pidió al ministro de Educación, Ángel Hernández, que le dé respuesta al pueblo, “si es que el 4% aprobado para la educación no da para resolver la problemática básica de las escuelas”.
Otra de las ansiedades de este sector es la falta de cupos en los recintos escolares, que priva del derecho constitucional a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de acceso a la enseñanza. “Nuestros niños tienen que ir a escuelas lejanas porque en la escuela del barrio no le quieren dar una oportunidad para entrar, porque están llenos los cupos. Niños de María Auxiliadora tienen que ir a Villa Francisca, a Villa Mella y hasta El Almirante, buscando el pan de la enseñanza, que es un derecho inherente que está establecido”, resaltó con profundo sentir Benítez.
¿Siempre están llenos? Preguntó Franjul, quien insistía en cuestionar sobre qué es lo que pasa. “Los estudios que hemos hecho en conjunto a nuestros hermanos comunitarios, vemos que hay mucha debilidad en el sistema y parte de la debilidad en el sistema es que la educación tiene que ser reforzada. Nosotros peleamos para que 4% se aprobara, para que resurgieran las facilidades en el sistema educativo y vemos que después que tenemos el 4% las cosas como que no marchan como deberían. Lo que hacía falta era dinero y el 4% fue aprobado”, agregó.
Otra queja fue dada por Arsenio Pineda, presidente de la Junta de Vecinos Paz y Desarrollo de María Auxiliadora. Lamentó el cierre de todos los liceos nocturnos, en especial, el que funcionaba en la Iglesia María Auxiliadora.
“Es un lujo para cualquier barrio que tenga estudiantes en horario nocturno y entonces lo movieron para el centro Honduras y ya no es lo mismo. Ahora los ves que salen con cigarrillos electrónicos. Muchos están desencantados”, dijo Pineda.
Ancianos abandonados
El abandono y la falta de defensa al adulto mayor se han convertido en un cuento crudo. Benítez explicó que esta población que en su juventud contribuyó al crecimiento y desarrollo de su comunidad, enfrentan un presente marcado por el olvido y la precariedad.
“Nosotros no tenemos respuesta del Consejo Nacional de la Persona Envejeciente (Conape). No se nos otorga ni un pañal para un adulto mayor, que nosotros le reportamos que está encamado, muchas veces con un cáncer, en situaciones deplorables”, manifestó Benítez.
Se quejaron de la Ley número 352-98 sobre Protección de la Persona Envejeciente, catalogándola como “obsoleta”, sustentando que no defiende la tercera edad y las carencias en todos los sentidos. “Fue buena en su momento, pero ya no lo es. Necesitamos que esta ley sea reformulada y hacemos ese llamamiento al presidente, al Congreso y a todo aquel que sienta amor a la tercera edad… no estamos ahí, pero vamos para allá”, clamó Benítez.
En la actualidad, tiene aproximadamente 100 casos de adultos mayores en estado deplorable que necesitan una mano amiga, según las cifras suministradas de la organización que maneja de manera voluntaria para ayudar a esta población en el María Auxiliadora. Sin embargo, dijo que “100 se quedan cortos, son más de 5,000, pero no podemos agarrar los 5,000 porque yo no soy el Estado y trato de tomar en mis hombros los más vulnerables”.
Otra de las graves realidades tiene que ver con las pensiones solidarias. Alexis Peña, director de Codonbosco, reveló que existen varios ancianos solicitándolas y tienen años esperando.
“Hay un caso de un señor que tiene tres años solicitando que le salga su pensión, que trabajó por más de 15 años en distintas empresas”, contó Peña.
Centro comunal olvidado
El Club María Auxiliadora es una instalación que a la fecha cuenta unos 350 atletas que practican las disciplinas del básquetbol, voleibol femenino y masculino, boxeo y taekwondo. Este lugar fue el escenario utilizado por este diario para la conversación. Desde que el equipo cruzó por la puerta, quedó en evidencia que se cae a pedazos.
Danes Féliz, presidente del centro comunal, reveló que tiene 28 años sin el mantenimiento correspondiente, agregando los 11 que “duró secuestrado”.
Narró que ha habido intenciones del Estado. De hecho, a inicios de 2023 hubo reuniones para su adecuación, sin embargo, solo quedó la intención.
“Cuando estos clubes se cierren, que no haya deporte, ninguno de nosotros podrá caminar en las calles, porque esos jóvenes van a coger las calles porque no tienen nada que hacer. Nosotros estamos profundamente preocupados y llamamos a que recuerde (presidente) que le entregamos la documentación de este club en reuniones que tuvimos con él en enero de 2023”, declaró Féliz.
Sin agua
Pineda dijo que solicitó al director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) por 30 metros de tuberías, para varias residencias en las que no llega el agua “y nadie hace nada”.
Jóvenes quieren empleos
La joven Angélica Consoró, habló en nombre de los jóvenes del sector, diciendo que “soy de la minoría casi inexistente que ha podido conseguir empleo”, debido a que aunque cuentan con centros para la formación técnico-profesional, no existen programas que ayuden al joven en su primer empleo.
“Esos jóvenes se hacen un curso técnico y cuando terminan se sientan en su casa. Si vamos a hacer los cursos, después de ahí qué continúa… No consiguen un empleo y la minoría que lo logra es con un sueldo que no pueda pisar la inflación, entonces no hay como un equilibrio”, manifestó.
En la comitiva comunitaria estuvieron Ángel Molina, Pedro Mota Díaz, Altagracia Brand y Fior Guzmán.